La acción de Francisco Papas Fritas, el artista chileno que quemó los pagarés que ataban a cientos de estudiantes de la Universidad del Mar con deudas que se están haciendo muy comunes en la educación superior chilena, se está comentando en todo el mundo.
El medio neoyorquino Democracy Now ha presentado su historia a través de extractos de sus declaraciones en las que asegura sentirse muy feliz de haber librado a estos jóvenes compatriotas suyos de una deuda que ascendía a 500 millones de dólares; un acto de “amor” que dice haber hecho pensando en cada una de esas familias que se encontraban esclavizadas para educar a sus hijos.
El artista se ha declarado culpable y ha narrado con detalles su proceder artístico pero la justicia se encuentra investigando aún los sucesos.
Papas Fritas ha puesto de nuevo en el tapete la discusión sobre el rol del artista en la sociedad en un acto de agitación que algunos podrían calificar de “terrorismo cultural”.