Algunas semanas antes me llegó su libro. Uno de esos que se lee al tiro: Por el color del trigo. Una maravillosa ficción sobre la ficción. Toño Malpica se atreve, con la precisa inocencia del sabio o el niño, a imaginar un trozo de la vida de Saint Exupéry, el padre de El principito.
Ese sábado de julio, el auditorio de la Casa estaba a reventar, algunas familias en busca de algo de teatro para niños que se toparon con una charla, desistieron, sin embargo, otros confundidos se dejaron seducir. Indudablemente, un libro tan de entraña como aquel del príncipe estelar y sus cabellos trigales, debía convocar a cierta legión de sus seguidores. Muchos compartieron sus experiencias de lectura sobre este pequeño clásico moderno.
Toño nos habló de su propia relación con El principito, de la escritura como un delicado viaje, del la infancia, de la amistad, de sus lectores que -aunque él no lo dijo- lo aman y esperan sus próximas entregas editoriales.
La conversa giró principalmente en torno al Bribonzuelo y espero que haya contagiado, a quienes no tuvieron oportunidad de leer a Malpica, las ganas de enfracarse en este Por el color del trigo que lleva hermosas ilustraciones de Iban Barrenetxea.
A continuación, puedes escuchar la charla que tuvimos, aquí:
A mediados de octubre, en la Casa de la Literatura, este cónsul dictará un taller en el que se reflexionará de manera práctica sobre las relaciones entre la expresión plástica y la poética. Revisaremos casos prácticos e identificaremos las dinámicas empleadas para la ilustración de libros de poesía.
La intención es generar una pequeña antología artesanal de poemas ilustrados a lo largo de las sesiones.
En este taller, organizado también por el Centro Cultural de Bellas Artes, revisaremos las obras de Javier Sologuren (principalmente su colección Forma y Poesía), Guy Levis Mano, William Blake, Antonin Artaud, Henri Michaux, René Char, Jorge Eielson, César Moro, Carlos Oquendo de Amat, Stéphane Mallarmé, Enrique Bustamante, Vladimir Herrera.
Si eres ilustrador, estudiante de arte, diseñador gráfico o editor y tienes libres las tardes de 6 a 8 pm los días 17, 19, 21, 24, 26 y 28 de octubre de 2016, solo tienes que llenar el siguiente formularioque se recibirá hasta el miércoles 12 de octubre al mediodía. La publicación de resultados será jueves 13 de octubre en la web de la Casa de la Literatura. Hay en total 20 vacantes.
Ayer arrancó con fuerza el II Festival de Poesía de Barranco. Este cónsul tuvo la grata misión de realizar un breve pero sentido homenaje a Jorge Eielson a manera de invocación o rito de pasaje; luego vendrían cuatro mesas de fulminante poesía, en particular la mesa de cierre que incluyó dos pesos pesados: De Ramos e Hinostroza. El detalle lo consigna Plectroaquí.
Fue muy inspirador recibir a tanto amante de la poesía que abarrotó la Posada del Ángel, antiguos seguidores de Eielson pero también recientes poetas extranjeros que participarán en el Festival que se reencontraron o encontraron con la obra de Jorge.
Leímos algunos textos y fragmentos de cartas escritas entre 2001 y 2003 desde Gardalis dirigidas a un tal Carlos Estela:
el tema del encuentro es en verdad uno de los grandes temas, uno de los que más me apasionan. Hay en esas llamadas coincidencias, una ecuación cósmica que me sobrecoge y al mismo tiempo una suerte de divino ludismo que juega con nosotros, con las cosas, con los astros, con los átomos y con todo el universo. ¿por qué existe la vida en lugar de nada? ¿por qué las medidas del planeta tierra, la distancia del sol y de la luna, la gravedad y la edad de nuestro mundo son los que son y no otras?
[Puedes descargar un PDF con los dos fragmentos aquí.]
Esta lectura nos permitió conversar frescamente de algunos detalles latentes en la personalidad de Eielson así como en su obra.
La invocación es leerlo, leerlo, volver a leerlo… desnudos e ilimitados.
Grandes augurios para este Festival que llega a su segunda edición recargado, siempre impulsado por el gestor cultural Mario Bendezú, a quien le agradecemos su esfuerzo apasionado.
«Un artista de circo, un malabarista, no puede aprender a tirar las pelotas en el aire si antes no las ha recogido del piso muchas veces.»-nos dice Geraldine Sakuda, Directora Pedagógica de La Tarumba cuando conversamos de todas aquellas cosas que el circo nos puede enseñar para enriquecer nuestra vida: olvidarnos de la vergüenza, esforzarnos hasta nuestros propios límites, trabajar colaborativamente, conocer nuestras posibilidades físicas, entre otras. Como veremos en esta nota, el circo incluso puede ayudarnos a conseguir trabajo.
Así es. Quizás no lo sabías pero La Tarumba –toda una institución del circo en Perú-, desde hace tres años desarrolla aquello que llaman circo social, una alternativa para mejorar la empleabilidad y el emprendimiento en los jóvenes.
A la fecha, ya son cientos los chicos y chicas que han sido becados para cursar estos talleres de tres meses que los preparan en los aspectos básicos del circo, la música y el teatro.
Seguramente ya te estás preguntando cómo funciona todo esto.
Del circo al trabajo
Cuando comenzamos a aprender algo, es casi obligatorio equivocarnos. Nadie nace sabiendo. Pues bien, en el circo debes enfrentarte constantemente a las equivocaciones. Se trata de trabajo duro, de persistencia, de olvidarnos bastante de la vergüenza (esenciales en la enseñanza), pero también se trata de saber trabajar en equipo, ser responsable, organizarse, confiar, crear en conjunto.
Todas estas habilidades se desarrollan casi como jugando (una de las formas más eficientes para generar aprendizaje significativo), de manera transversal, en las clases bajo la carpa. Sin embargo, los participantes (todos becados) también son formados en la redacción de su currículo vitae, procesos administrativos, tributarios, entre otros.
Asimismo, como nos cuenta Patricia Frías, Coordinadora Nacional del proyecto, cosas tan sencillas como ser estrictos en la asistencia y puntualidad demuestran a los chicos que hay un interés por sus personas, al tiempo que los hace caer en cuenta de que la oportunidad que tienen ellos no la tienen otros así que… hay que aprovecharla al máximo.
Circo social
Esta hermosa experiencia está sucediendo aquí en Perú pero también en Argentina y Chile donde organizaciones semejantes, también con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, se encuentran implementando metodologías similares que tienen el objetivo de ayudar a la inserción de los jóvenes, principalmente de zonas desfavorecidas, en el mundo laboral.
Al mismo tiempo, La Tarumba se encarga, de alguna manera, de mediar entre los jóvenes, las organizaciones populares a las que pertenecen y también con las empresas que buscan trabajadores con las cualidades que son desarrolladas en los talleres.
No queremos extender más este preámbulo. Escuchemos a los protagonistas de esta aventura y constatemos una vez más que el arte es un vehículo muy poderoso para aprender.
Sin duda, Robert Motherwell: A Centennial Celebration es una oportunidad para sumergirse en la intimidad de este genial artista y agudo ensayista admirado por Octavio Paz.
En las imágenes se puede apreciar una tarjeta enviada al artista de las cajas: Joseph Cornell.
Ayer culminó el taller (cuatro jornadas intensísimas) con Hugo Pardo de la Outliers School -una suerte de abeja que poliniza ideas a lo largo de Latinoamérica y cruzando el charco- y todo el equipo de PerúEduca junto con otros colegas del Ministerio de Educación.
Hugo y Cristóbal Cobo (vía Skype pero dulce y certero igual) nos zambulleron al Design Thinking y, la verdad, nos “arrancaron” las ideas que andaban rondando por allí, medio moribundas y nos ayudaron a amarrarlas con nuevas que consigan hacer crecer estrategias que andaban débiles.
La energía desplegada por Pardo es alucinante; llegada la hora del cierre cada día estaba tan fresco como al comenzar. Con ese mismo élan aprieta justo donde se debe la espuela para que los prototipos aterricen.
Todavía mi cabeza sigue procesando efervescente después de las dinámicas que trabajamos y nos dejaron extenuados pero, así como cuento, al igual que una alka seltzer. Vienen ideas psicodélicas y sociales, abiertas, promiscuas en el mejor sentido del gozo y la algarabía del nacimiento.
Esto se puede convertir en un vicio. Espero que mis compañeros durante estos días también compartan esta adicción. Sin lugar a dudas, estamos embarazados de ideas.
Este texto fue preparado para su lectura durante el homenaje a César Moro realizado en el marco del I Festival de Poesía de Barranco a petición de su organizador, Mario Bendezú.
Aquella noche se inició con una lectura del poema Lettre d’amour a dos voces simultáneas en francés (Carlos Estela) y en castellano (Rocío Fuentes), en la versión de E. A. Westphalen.
foto: M. Bendezú
Vuelvo a ti en vuelo sobre la ciudad atizada solo por el recuerdo de un sol, contra el pavimento en que se estrellan mis sienes repetidamente, sobre este suelo húmedo de lágrimas nocturnas que los otros astros diseñaron para el diluvio aquel del luto de la Luna de Cáncer…
vuelvo a ti como las olas que amas, con la sublimación del fantasma, con el mismo dolor por tu dolor y pasión por tu pasión, con el sigilo del puma y la leche, con oda parricida, con rito de tinta de trafalgares que son trochas transitadas por tus cascos de tortuga elegante y grandiosa
vuelvo para que volvamos los que aquí yacemos como piedra, para despertar memorias, para patear falsos poetas, para traducir constelaciones, para lanzar este fragmento de universo a sus oídos hábitos conciencias…
tú, velocísimo de oro, vello de hierba, hiedra que te hieres, acción sin reacción, ser invisible como los milenios que palpitan bajo tierra las sombras de esta urbe horrible, debajo de las barbas y los arcabuces, falto de abecedario abandonaste tu lengua, tu sexo, tu continente en pos de la patria poética, del suelo sempiterno, el ritmo constante de los cuerpos celestes…
llegan a mí estas palabras con el mismo vértigo que impulsó la bella roca que golpeó a André en la Costa Verde de Lima, la primera vez que lo hiciste sangrar con tu presencia volcánica que destierra obispos a punta de las plumas que expele tu rifle alado
llegan como un dictado continuo desde las entrañas del tiempo, antes de tu tiempo, después de nuestro tiempo, fuera de nuestro tiempo… porque la verdad no tiene dueño, tú pararrayos; porque el golpe es grito, la gruta garganta, el pulmón presa…
elevo la voz y miro mi reflejo trastornado sobre el agua
Un sabroso dossier sobre este fundacional poeta ruso ha aparecido en la web de Ross Wolfe, un afanoso escritor neoyorquino amante de la estética rusa. Aquí comparte algunos libros interesantes que puedes descargar como la biografía del vate que escribió Jangfeldt y un par de textos sólidos por parte de Jakobson, además de abundante material gráfico.
Estudiosos surafricanos descubrieron restos de marihuana en algunas pipas empleadas por William Shakespeare a través de sofisticados métodos forenses.
Fueron en total 24 fragmentos de pipas (¡de 400 años!) en las que se encontró, además de cannabis, cocaína proveniente de hojas de coca “peruanas” aseguran el Independent; producto probablemente introducido en Inglaterra por el corsario Francis Drake.
Ya empiezan a hilvanarse conjeturas sobre las relaciones entre el acto creativo de la máxima pluma inglesa y el consumo de estimulantes. El artículo refiere el Soneto 76 en el que Sir Will escribe sobre “invention in a noted weed”. Aquello que ciertamente nos preocupa es si la tremenda imagen del dramaturgo se verá afectada por este supuesto hábito. Sin embargo, a William lo que es de William.
Patrick Stewart es un arquitecto y diseñador de la nación Niasga`a que se ubica hacia el noroeste de la Columbia Británica en Canadá. Él trabaja con arqueólogos e investigadores para rastrear las técnicas y la estética de sus antepasados y volcarlas en su trabajo. En realidad, él es un –como dice mi amigo Jesús Alegría- agitador cultural.
Recientemente, ha sacudido la academia canadiense al publicar su tesis doctoral sin puntuaciones y sin mayúsculas. Se trata de casi 150 páginas (52,438 palabras) que se leen como una sola larga frase.
La arquitectura indígena a través del saber indígena fue originalmente escrita en idioma Niasga`a, sin embargo, la Universidad de la Columbia Británica no la aceptó. Stewart, entonces, se vio obligado a traducirla per utilizando una práctica que nos recuerda nuestros altiplánicos vanguardistas de Orkopata y el boletín Titikaka.
De hecho, comparte con ellos la denuncia. No se trata una falta de conocimiento del inglés, explica el ahora PhD Stewart, “es una forma de resistencia gramatical deconstruccionista”. Se emparenta con el poeta estadounidense e.e. cummings y salpica de poesía el saber académico que no le falta y que le permitió salir victorioso de esta lucha cultural.
No podía ser de otra forma pues este Niasga`a es un guerrero desde pequeño. Vivió sin sus padres en varios albergues. Por este motivo, ahora utiliza ese conocimiento diseñando albergues para niños huérfanos con los métodos que emplearon sus antepasados. Su firma de arquitectos tiene ya 20 años, es presidente de la National Aboriginal Housing Association (NAHA) de Canadá y lo fue del Architectural Institute of British Columbia (AIBC).