Siempre Nueva Madre Búu incursiona en performance y juguetea en sorna exponiendo piel en la vía pública del vicio y es una y no uno la del piropo lascivo de inclinación hacia el hombro y palabra gratuita e invasiva, tosca también pero aguda.
El remate hirió como dardo a Perú Bu.
La extranjera clavó el ceño fijo en el Padre luego de dejar sus propios ojos sobre la Madre Novísima. Tenía entre los labios la misma sonrisa fálica pero su poder extenso e inaudito. Nunca antes experimentado por el músico patafísico quien tan sólo pudo enseñar el Colmillo Único sin pronunciar Palabra que tanto gusta. Así sucedió a Nuestro Padre y Maestro.