Patrick Stewart es un arquitecto y diseñador de la nación Niasga`a que se ubica hacia el noroeste de la Columbia Británica en Canadá. Él trabaja con arqueólogos e investigadores para rastrear las técnicas y la estética de sus antepasados y volcarlas en su trabajo. En realidad, él es un –como dice mi amigo Jesús Alegría- agitador cultural.
Recientemente, ha sacudido la academia canadiense al publicar su tesis doctoral sin puntuaciones y sin mayúsculas. Se trata de casi 150 páginas (52,438 palabras) que se leen como una sola larga frase.
La arquitectura indígena a través del saber indígena fue originalmente escrita en idioma Niasga`a, sin embargo, la Universidad de la Columbia Británica no la aceptó. Stewart, entonces, se vio obligado a traducirla per utilizando una práctica que nos recuerda nuestros altiplánicos vanguardistas de Orkopata y el boletín Titikaka.
De hecho, comparte con ellos la denuncia. No se trata una falta de conocimiento del inglés, explica el ahora PhD Stewart, “es una forma de resistencia gramatical deconstruccionista”. Se emparenta con el poeta estadounidense e.e. cummings y salpica de poesía el saber académico que no le falta y que le permitió salir victorioso de esta lucha cultural.
No podía ser de otra forma pues este Niasga`a es un guerrero desde pequeño. Vivió sin sus padres en varios albergues. Por este motivo, ahora utiliza ese conocimiento diseñando albergues para niños huérfanos con los métodos que emplearon sus antepasados. Su firma de arquitectos tiene ya 20 años, es presidente de la National Aboriginal Housing Association (NAHA) de Canadá y lo fue del Architectural Institute of British Columbia (AIBC).