Eielson en festival

escritura, noticias desde la madrepora

 

gardalisAyer arrancó con fuerza el II Festival de Poesía de Barranco. Este cónsul tuvo la grata misión de realizar un breve pero sentido homenaje a Jorge Eielson a manera de invocación o rito de pasaje; luego vendrían cuatro mesas de fulminante poesía, en particular la mesa de cierre que incluyó dos pesos pesados: De Ramos e Hinostroza. El detalle lo consigna Plectro aquí.

Fue muy inspirador recibir a tanto amante de la poesía que abarrotó la Posada del Ángel, antiguos seguidores de Eielson pero también recientes poetas extranjeros que participarán en el Festival que se reencontraron o encontraron con la obra de Jorge.

Leímos algunos textos y fragmentos de cartas escritas entre 2001 y 2003 desde Gardalis dirigidas a un tal Carlos Estela:

el tema del encuentro es en verdad uno de los grandes temas, uno de los que más me apasionan. Hay en esas llamadas coincidencias, una ecuación cósmica que me sobrecoge y al mismo tiempo una suerte de divino ludismo que juega con nosotros, con las cosas, con los astros, con los átomos y con todo el universo. ¿por qué existe la vida en lugar de nada? ¿por qué las medidas del planeta tierra, la distancia del sol y de la luna, la gravedad y la edad de nuestro mundo son los que son y no otras?

[Puedes descargar un PDF con los dos fragmentos aquí.]

Esta lectura nos permitió conversar frescamente de algunos detalles latentes en la personalidad de Eielson así como en su obra.

La invocación es leerlo, leerlo, volver a leerlo… desnudos e ilimitados.

Grandes augurios para este Festival que llega a su segunda edición recargado, siempre impulsado por el gestor cultural Mario Bendezú, a quien le agradecemos su esfuerzo apasionado.

 

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Eielson en nuestras bocas

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foto por Rocío Fuentes

foto por Rocío Fuentes

Último día de feria. Antes de partir al sexo del mundo: Puno. Tres cuartos de hora para conversar sobre Jorge. Un desencuentro, un ausente; sólo Víctor y yo. El solo hecho de invocar su nombre llenó de luz la sala. Un hilo invisible como una hermosa ruta de elocuente algodón Chancay, tan invisible como tal, nos atravesó. Recordamos su dimensión polifónica como artista como ser humano, budismo, nudos, san juan, el amor, el mar, la soledad pero la presencia, lima/perú, su humildad, su eterna juventud, ética del artista, su curiosa manera de estar en el mundo con todos y lejos de los reflectores -subterráneo y potente como todo nuestro mejor pasado- siempre allí para todos nosotros… y este breve fragmento de una de sus maravillosas cartas que resume el rito:

 

…el tema del encuentro es en verdad uno de los grandes temas uno de los que más me apasionan hay en esas llamadas coincidencias una ecuación cósmica que me sobrecoge y al mismo tiempo una suerte de divino ludismo que juega con nosotros con las cosas, con los astros con los átomos y con todo el universo ¿por qué existe la vida en lugar de nada? ¿por qué las medidas del planeta tierra la distancia del sol y de la luna la gravedad y la edad de nuestro mundo son los que son y no otras? Bastaría una mínima fracción de segundo o de milímetro más o menos para que la vida sobre la tierra no existiera así sucede con nosotros con nuestros encuentros con nuestros afectos con nuestros ensueños (las entidades más profundas y más frágiles del mundo) con nuestras pobres y maravillosas vidas personales la mágica danza de lo creado ha previsto incluso el caos y la incandescencia original a la que todos tentamos de volver a través de nuestra danza (la vida de los días es una danza sin fin que sólo termina cuando se acaba la música o también cuando perdemos el ritmo de las cosas)…

Panegírico & denuncia. sobre Eielson e Hinostroza

denuncia, escritura

eielson2

Ha pasado más de una década desde que publicáramos, a partir de more ferarum (junto con José I. Padilla), nuestro primer homenaje a Eielson (aquel material engrosado se convirtió luego en Nu/Do). En aquella ocasión Rodolfo Hinostroza publicó a pedido nuestro un texto, semejante al que me impulsa esta líneas, sobre su estancia parisina y las coincidencias con Jorge.

Luego de recibir los ejemplares de la publicación, Jorge se comunicó incómodo por dos detalles que se repiten en Con Eielson en París. Aparecido originalmente en Libros & Artes N° 14 y 15. Lima en julio 2006 según consta en el blog Copy Paste Ilustrado que lo replicó en setiembre de 2013. Yo recién lo leo.

Solo quiero decir, en nombre de Eielson, aquello que le fastidió. Le dolió mucho que se refiriera a Paul Tolstoi como “mecenas”, él lo consideraba algo tan simple, fulminante y luminoso como su “amigo”. El otro punto está estrechamente ligado. Nos dijo que no era homosexual, que no tendría problema en decirlo, que no era su “pareja” como se dice en el texto en cuestión con insistencia.

Sin embargo… ¿qué podemos saber, experimentar, alucinar acerca de aquello tan sublime que Jorge conocía por Amistad? Conocí a algunas de las personas que lo frecuentaban los últimos años de su vida… Massimo, Angelo… pastores, agricultores, carpinteros con los que hablábamos de poesía. No la de papel.

Francamente, nunca he comprendido por qué tanta insistencia en ese tema y no, por ejemplo, en tratar de comprender la dimensión multidisplinaria de su obra que a mí parecer es la gran limitación para acercarse a ella de una manera sensata.

Me alegro que Eielson no leyera esto que fue publicado -por supuesto- cuando los homenajes póstumos proliferan. El tono de crónica criolla que se acrecienta en este segundo texto sobre el mismo tema (Eielson+París), seguramente le hubiera incomodado más por lo limeño que resulta, aunque él siempre estuvo por encima de todo esto. Esto es lo poco que sé.

Tejedores de sonidos… instalación del artista italiano Diego Esposito

inhalar

hasta fin de noviembre se puede visitar la muestra Tejedores de sonidos del artista italiano Diego Esposito en el Centro Cultural Ccori Wasi de la Universidad Ricardo Palma (Avenida Arequipa 5198).

fue mi prima Maria Antonietta Tamburello quien nos puso en contacto, luego surgió la idea de encargarme del grafismo del catálogo, las sesiones fantásticas de discusión y producción de la publicación. el catalizador, el nexo que nos unió fue la amistad que los dos compartimos con Jorge Eielson.

suelo decir que todo lo que tenía que ver con Jorge era luminoso. todo corre como la mecha de la dinamita, como la erupción volcánica, como el sonido que se cuela desde el wakrapuku a tus oídos… esta no es la excepción… de alguna manera tener a Diego entre nosotros fue como conversar de nuevo con Jorge, sentir la proximidad, la sensibilidad, la economía del detalle, la atención por el espacio, el sonido, el color, la textura…

Jorge inoculó a Diego con el hambre prehispánica; así que vino a Perú para concebir in situ esta exposición que rinde homenaje a nuestros antepasados milenarios, sabios, armoniosos, desérticos y ricos… Diego me invitó a leer algunos versos de Jorge mientras David Pariona tocaba su quena de hueso de cóndor y atónitos los espectadores constataban la dimensión humana que no nos abandona y encuentros como el que tuve con Diego exaltan.

Las imágenes de la muestra son tomas de Juan Pablo Murrugarra.