Foto: http://www.topworldimages.com/no/noperdamos.htm
voracidad en manipulación de imágenes digitales que describen nuestros agitados tiempos traen una vez más esta imagen a mis ojos consulares. aquí el cerdo hipnotizador con su decenio inflamando, escudado por bastión que no en acto representativo, patrio, épico… más bien enmascarado, como criminal detrás de la cortina, no pudiendo ocultar más la codicia que rebalsa desde toda la vasta falsedad de su existencia y no puede ser contenida por los colmillos a punto de desgarrar los cachetes marranos del odio innato… la imagen oculta el acto más bajo: la patada.
en el flanco opuesto, el lazarillo / kamikaze como el mayordomo de algún incorregible niño mimado con el mentón al pecho. piensa: ¿por qué no confinar a este enano afrancesado en Santa Elena?
en el frente, el signo que nos representa, tratando de ser expelido de la escena con los brazos extendidos como José Gabriel, el peruano desconocido como un espejo que viste nuestro bicolor, soporta el dolor físico y moral.
un vistazo simple, un mirar descuidado como el que nos enseña la escuela y esa nodriza seductora llamada televisión, puede pasar por alto la estrecha relación entre el evento fotográfico y la actualidad en torno a la revocatoria. la broma virtual que calma y aligera se hace densa aquí, nos devuelve a la reflexión. este es el mismo ser maléfico que pretende enquistarse en el poder para lo cual nos adormila, nos confunde, nos engaña y, por último, en soledad, oculto, nos patea… hemos terminado por acostumbrarnos a este maltrato y el ejército de borregos zombis que ha educado para luchar contra sus propios hermanos ha crecido espeluznantemente y se revuelca entre su miseria real que lo obliga a aceptar un kilogramo de azúcar o una galleta y la miseria elegida por los que carecen de espíritu crítico y no han sido entrenados en observación y deducción.
meme/mensaje claro. mientras cobijemos dignidad: NO podrán matarnos.